sábado, 29 de marzo de 2014

DOCUMENTO SOBRE TRANSPORTE PÚBLICO ENTREGADO AL PRESIDENTE VALCÁRCEL

A/A DEL SR. PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MURCIA


INFORME SOBRE EL (MAL) ESTADO DE LA MOVILIDAD EN LAS PEDANÍAS DE LA COSTERA SUR DEL MUNICIPIO DE MURCIA

            Hace cinco años, el 12 de febrero de 2009, vecinos de las pedanías de la Costera Sur reclamamos ante la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio de esta Comunidad un transporte público, económico y eficiente dado que el billete había subido tres veces en un mismo año. Desde entonces, nos hemos visto obligados a mantener nuestras reivindicaciones de mejora del transporte público porque este no ha mejorado, sino todo lo contrario. Tenemos, además, la sensación de que este empeoramiento está teniendo lugar con la aquiescencia de las administraciones (local y regional) que deberían velar para que esto no ocurriera, para que el transporte público fuese un factor efectivo de progreso y calidad de vida.
           
            Pero, no sólo los vecinos también los trabajadores de LATBUS le han hecho llegar sus problemas laborales. De manera, que es imposible que en la Consejería Obras Públicas y Ordenación del Territorio no se sepa cómo están repercutiendo negativamente en la movilidad del término municipal los problemas planteados por unos y otros.
           
            Sr. Presidente, nos dirigimos a usted porque, después de todos estos años, tenemos la convicción de que la Consejería Obras Públicas y Ordenación del Territorio no tiene solución a la cuestión de la movilidad de las pedanías del municipio de Murcia (el 60% de la población del municipio) y en particular de las pedanías de la Costera Sur, que con 96.556 habitantes es con diferencia el núcleo poblacional en pedanías más numeroso del municipio. Y no la tiene porque, en el fondo, desconoce los  problemas y necesidades de los vecinos en materia de movilidad.
           
            Pasamos a enumerarle algunos de los datos en los que se basa esta convicción:

1.- Las plataformas para las personas que necesitan silla de ruedas en los autobuses de las líneas 6 y 29 no funcionan en la mayoría de las ocasiones y son los viajeros o el conductor los que tienen que ayudar. Esto ha aparecido con mucha asiduidad en la prensa, pero ni la empresa ni  la Dirección General de Transportes hacen nada para solucionarlo. Como tampoco hacen nada cuando se formulan reclamaciones de manera oficial por las goteras en los autobuses (por la lluvia o el aire acondicionado), rotos u olor a gasoil. La respuesta es siempre la misma, que el autobús está en perfecto estado, que no decimos la verdad. Al final, siempre se le da la razón a la empresa sin que medien inspectores que comprueben la veracidad o no de la reclamación.

2.- Cuando la extinta Entidad Pública del Transporte de la Región de Murcia, EPTRM, (en la que teníamos puestas muchas esperanzas), ante la negativa del Ayuntamiento de Murcia de aportar su parte correspondiente, hace una propuesta relativa a la concesión MUR-093 “Murcia-Cercanías” (27 de julio de 2012), resulta que sólo contempla los problemas de financiación de LATBUS y para nada las necesidades de los vecinos de las pedanías: hace desaparecer el sistema de bonos implantado a finales de 2010 que había hecho subir el número de viajeros debido a las ventajas que introducían en materia de precios, a pesar de que no se habían actualizado los servicios, ni renovado la flota tal y como habían pedido los propios usuarios.
           
            En dicha propuesta, la EPTRM afirma que la reducción de frecuencia de horarios o la eliminación de líneas “queda justificado por la media de viajeros por expedición”. Y esto lo afirma sin aportar datos acerca de qué días, horas (si es por las mañanas antes de las 9, al regreso del mediodía, o por la tarde-noche) o época del año (si es verano o invierno) se trata. Nada, sólo se tiene en cuenta “la media”, sin más. Pero, cuando meses más tarde se pone en práctica este criterio, el absurdo llega a su grado máximo: la línea 7, que se preveía su eliminación por “la baja media de viajeros por expedición la cual es inferior a 7”, al final no se elimina, sino que el día 1 de octubre de 2012 se le deja en 2 expediciones, y el 29 de ese mismo mes ya se anuncia que estas aumentan a 7. En cambio, otras, como la línea 27, que comunicaba la Costera Sur con el hospital de la Arrixaca y que obtenía medias superiores, queda eliminada en la práctica (dos expediciones por la mañana y otra por la tarde) dejando colgadas a muchos vecinos. Más aun, líneas con medias sobre los 70 viajeros por expedición, se les reduce su frecuencia y ello con autobuses que no siempre tienen la capacidad que la propia EPT exige en esos casos.

3.- Cuando la propuesta relativa a la concesión MUR-093 “Murcia-Cercanías” (27 de julio de 2012) fue aprobada definitivamente (26 de septiembre de 2012), el consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio compareció en la Asamblea Regional. Pues bien, de su intervención queremos destacar sólo lo que afecta de manera directa a los vecinos de la Costera Sur:
           
“Por otra parte, las actuales líneas […] 12 (El Brazal-Santiago y Zaraíche) y 61 (El Palmar-Aljucer-Murcia) serán absorbidas por otras líneas que actualmente están en servicio y que en gran medida tienen un trayecto similar a aquellas. Sus usuarios serán absorbidos por estas líneas. También se ha acordado aumentar en determinadas líneas un mayor nivel de prestación de servicios en las horas punta de la mañana, al tratarse de solicitud especialmente hecha por los usuarios. Estas mejoras se refieren a lo relativo a las líneas 6 y 29, que unen La Alberca con Murcia, la 28 que une Sangonera la Verde y Murcia, la 39 que une el Campus de Espinardo con Murcia, la 91 que conecta Sangonera la Seca con Murcia, la 21 que une Ceutí con Murcia y, por último, la línea 44 que conecta Alcantarilla con el centro de Murcia” (Diario de sesiones de 26 de septiembre de 2012, página 1875).
           
            Sobre lo que aquí se afirma tenemos que decir los siguiente: La línea 12, que a lo largo de su trayecto coincide con otras (le suele ocurrir a muchas líneas), podría haber sido absorbida al norte de la plaza Circular, pues ese recorrido hasta Zaraiche estaba cubierto por la línea 50; ahora bien, de la plaza Circular al paso a nivel de Santiago el Mayor sólo coincide ocasionalmente con otras líneas, y desde ese paso a nivel hasta la Ermita del Rosario no hay otra línea de autobús nada más que ella. Al ser absorbida, el problema de movilidad generado es enorme si nos atenemos a la media de edad de los pasajeros (se puede consultar el número de bonos de jubilados, por ejemplo) o al trayecto que tienen que recorrer los vecinos que quieran bajar a Murcia (entre los 1000 y 1500 metros hasta llegar a la carretera de Algezares). Con el agravante de que esta línea tenía una media de viajeros igual a otras líneas que no han sido suprimidas.
           
            Además, no ha sido tenida en cuenta la resolución del desaparecido Defensor del Pueblo regional referida al recurso 308/2009 planteado por vecinos de esta pedanía por  otra anterior reducción de las expediciones de esta línea 12. En dicha resolución, el Defensor del Pueblo “recomendaba” que, ante una reducción de servicios, se volviera a la situación anterior a abril de 2009, puesto que esa reducción “ha tenido una negativa incidencia en el derecho a la movilidad de los residentes de estas pedanías y usuarios de este servicio público”. Continuaba la resolución diciendo lo siguiente: “El escrito de queja de esta asociación va acompañado de otra serie de escritos de vecinos, con problemáticas específicas, que abundan en las consecuencias negativas de la supresión de estas expediciones: personas con movilidad limitada, mayores sin permiso de conducir dependientes del transporte público, jóvenes que acuden a centros de enseñanza de otras zonas del municipio de Murcia, usuarios y profesionales de hospitales, responsables de asociaciones ubicadas en la zona, etc”.
           
            Pues bien, no solo no se le hizo caso al Defensor del Pueblo, sino que continuaron las frecuencias contrarias a las necesidades de los vecinos, para, finalmente, hacer desaparecer la línea. Pero, las personas que han visto reducido drásticamente su derecho a la movilidad siguen estando ahí.
           
            En cuanto a la línea 61, también mencionada por el Sr. Consejero en su intervención, es otro caso parecido que afecta principalmente a Aljucer y al sector conocido como “Camino de los Muertos”. Si los vecinos de esta zona desearan ir a San Basilio (tal y como estaba antes) han de tomar la línea 18 hasta la carretera de El Palmar, y una vez allí la 26 o la 28 que les llevará a la Glorieta, en donde tendrán que esperar a la 44  (un autobús cada dos horas, contrariamente a lo anunciado el 13 de noviembre de 2012 que sería cada hora). Por otro lado, los vecinos de El Palmar que viven cerca de la Calle Lorca, así como los de San Ginés también han visto disminuidas las expediciones hacia Murcia que les brindaba la desaparecida línea 61, pero les quedan –eso sí, disminuidos- los servicios de las líneas 28 y 1. Aunque no es deseable, aquí sí se puede decir que “en gran medida tienen un trayecto similar a aquellas. Sus usuarios serán absorbidos por estas líneas”. Pero los de parte de Aljucer no.
           
            En cuanto a las líneas 6 y 29, también mencionadas por el Sr. Consejero en su intervención, que afectan en conjunto a La Alberca, Santo Ángel, Patiño y en cierta medida a Aljucer (Carretera de Santa Catalina), tenemos que decir lo siguiente: la línea 6 antes del 1 de octubre, en las mañanas de los días laborables de invierno, hacía una expedición cada 20 minutos; ahora la hace cada 30 todos los días laborables del año, sin tener en cuenta que en invierno las necesidades son mayores (uno de los dos horarios no es válido, el de invierno o el de verano, no se ajusta a las necesidades de movilidad de los vecinos). Por otro lado, la línea 29 lo hacía y lo sigue haciendo cada 30 minutos con la salvedad de que los vecinos de la parte alta de La Alberca, la del Cementerio, han visto reducida su frecuencia, pues sólo tienen uno cada 60 minutos.
           
            Por todo esto, las palabras del Sr. Consejero (“se ha acordado aumentar en determinadas líneas un mayor nivel de prestación de servicios en las horas punta de la mañana, al tratarse de solicitud especialmente hecha por los usuarios”), por decirlo de manera educada, no se ajustan a la realidad. Y lo mismo cabría decir en lo referido a las demás líneas mencionadas en su intervención.

3.- Abundando en la falta de seriedad en materia de transporte público del Sr. Consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, el pasado día 16 en la Asamblea Regional, en respuesta a una pregunta de un diputado del PSOE sobre los datos del INE acerca de la reducción del número de viajeros en los servicios públicos de la región en el pasado mes de agosto (desde el año pasado, tras el mal llamado “Plan de Optimización”, es una noticia que se viene repitiendo), afirmó que hay tres razones que explican dicha reducción de pasajeros en las líneas de pedanías: (1) Motivos económicos de la empresa LATBUS (huelgas, perdida de fiabilidad de clientes, etc.; (2) Aparición de una nueva concesión interna en la ciudad de Murcia; y (3) la absorción por parte del tranvía de los 2 millones de pasajeros que ha perdido la concesión MUR-093 “Murcia cercanías” en el periodo 2011-2012, dado que durante este periodo el tranvía ha llegado a más de 4 millones de pasajeros.
           
            La primera razón es innegable, pues, sin duda alguna, los problemas de la empresa han afectado negativamente al trasporte público de cercanías. Pero esta razón en boca del Sr. Consejero pierde fuerza cuando se analizan las causas de los problemas de la empresa: LATBUS, que tiene dos concesiones administrativas MUR-092 y MUR-093, también se dedica  a otros menesteres tales como el transporte escolar, un servicio de autobuses discrecionales, talleres mecánicos ajenos a la actividad concesional, y servicios de limpieza industrial. Pues bien, quien debe velar para que una empresa de intereses tan variados cumpla sus compromisos con la administración es la propia administración, propietaria real del servicio dado en concesión. Es ella la que ha de vigilar y controlar que las actividades de esta empresa, que ha dado lugar a la situación de huelgas, paros, etc., no repercuta en un mal servicio de transporte público con la consiguiente pérdida de fiabilidad, a la que hace mención el Sr. Consejero. Llegados a este punto, cabría preguntarse también si quien no ha cumplido sus compromisos es la propia administración con LATBUS, o por qué la desaparecida EPTRM no hizo nada para evitar que tantas líneas no fuesen rentables (según la empresa). Como también cabría preguntarse por el papel que ha jugado en todo esto la Dirección General de Transportes.
           
            Nuestra impresión es que se ha dejado que la situación fuera extrema para intervenir, cuando, de haberlo hecho antes, hubiera sido menos traumática. Es obvio que si la empresa concesionaria no cumple la administración tiene mecanismos para corregir la situación y, llegado el caso, cancelar la concesión. Además, la rentabilidad de una concesión no se puede medir atendiendo sólo a unas líneas (como le gusta decir a la empresa concesionaria), sino a la totalidad de las mismas: en el supuesto caso de que las líneas 12, 27 o 61 no fuesen “rentables”, habrías otras muchas, (la 26, la 31, la 44, la 50 etc.) que creemos que sí lo son. En conclusión, la primera razón no es del todo válida, porque no son solo los problemas de la empresa los responsable de la reducción de viajeros, también lo es la dejadez de la administración.
           
            La segunda razón que cita el Sr. Consejero, para explicar la reducción de viajeros de los servicios públicos, es que durante el periodo 2011-2012 “aparece una nueva concesión interna que quita viajeros“. Pero esta razón no es del todo exacta: la nueva concesionaria municipal de autobuses entrará en funcionamiento sólo en el último trimestre del 2012. Pero es que, además, para el INE, los viajeros se han perdido no porque se hayan ido de una concesionaria a otra (da igual al autobús que suban), sino porque han dejado de utilizar el servicio público de transporte. Hábilmente el Sr. Sevilla no habla de los datos aportado mes a mes por el INE, motivo de la pregunta del diputado del PSOE, sino de los de la nueva concesión en cuestión. Pero es que estos datos tampoco son válidos, pues esa misma concesionaria, a los pocos meses de iniciar su actividad, reconoce que si LATBUS movía 200.000 viajeros al mes, ella sólo es capaz de atraer 136.000 (La Opinión del 20 de febrero de 2013), por lo que, para mejorar  resultado, el 18 de mayo de 2013 efectuará cambios generalizados en las líneas existentes y creará tres nuevas líneas. En conclusión, la segunda razón que explicaría la bajada de viajeros de las pedanías no es la nueva empresa concesionaria de autobuses. 

            Y la tercera razón que da el Sr. Consejero, es que el tranvía es el responsable de que la concesión MUR-093 “Murcia cercanías”, en el periodo 2011-2012, haya perdido 2 millones de viajeros. Estos estarían incluidos en los 4 millones que ha aumentado el nuevo medio de transporte implantado. Hay razones para dudar de esta afirmación, dado que el área que cubre el tranvía es mucho menor (sólo de 18 km.) que la que cubre LATBUS (todo el municipio y parte del casco urbano de la ciudad); además, en este periodo, las huelgas, los paros y la inexistencia de bonos podrían haber  aumentado considerablemente los viajeros del tranvía. Por otro lado, hay que indicar que los 4.000.000 de viajeros adjudicados al  tranvía constan como viajeros del autobús para el INE (ver su nota metodológica de marzo de 2010, epígrafe 49.31, Transporte terrestre urbano y suburbano de pasajeros). En conclusión, tampoco el tranvía es la causa del descenso del número de viajeros. 
           
            Podemos afirmar, pues, siguiendo al INE, que el número viajeros baja en la región mes a mes (desde hace años), y que no se ha hecho nada por evitarlo. Los datos se refieren a las ciudades que tienen transporte urbano, y de ellas, la concesión MUR-093 “Murcia cercanías” mueve a la mayor parte de esos viajeros “urbanos”. Si Cartagena, en palabras de su alcaldesa en julio de este año, no tiene la culpa de esa reducción de viajeros (“El descenso de la actividad y de los desplazamientos por la crisis económica en los dos últimos años se ha situado en torno al 7%, una cifra similar a la media española y por debajo de la regional, cuyo descenso de viajeros es de cerca del 13%”), menos aún la tienen Lorca, Yecla, Molina, Águilas, Totana o Mazarrón, por el número de viajeros que  mueven. Es la concesión MUR-093 “Murcia cercanías”, es decir, LATBUS, la que más viajeros pierde, y no precisamente por las razones que dice el Sr. Consejero, sino por las medidas erróneas de la propia consejería en materia de transporte público, dado que, como hemos probado, desconoce los problemas y las necesidades de los vecinos en materia de movilidad.

4.- En su intervención en la Asamblea Regional el pasado 16 de octubre, el Sr. Consejero  aludió también a cuatro proyectos sobre los que está trabajando la Consejería. Tres de ellos son los siguientes: (1) trabajo en varias líneas de actuación de cara a mejorar la calidad y la eficacia del transporte público”, (2) “análisis de una reordenación concesional para adecuar el transporte a un servicio económico eficiente”, y (3) “estudio con una universidad pública para unificar el régimen tarifario que atienda a todas las concesiones”. Más que proyectos nos parecen, unas vez más, palabras que se lleva el viento, cosas que hay que decir para que dé la impresión de que se está haciendo algo.

            El cuarto proyecto, también mencionado por el Sr. Consejero, tiene que ver con el bono combinado para poder moverse por el municipio con un solo título de transporte. Pues bien, no podemos estar de acuerdo con él, pues si se aplica el sistema empleado actualmente perjudicará a los viajeros de pedanías.

            En la actualidad un viajero de La Alberca, línea 6, con un bono (1,25 o 1,00 según el caso) puede viajar a Murcia y desde allí tomar el 44 y desplazarse a La Ñora; desde Sangonera, líneas 91, lo mismo hasta Murcia y desde la ciudad tomar el 31 y llegar a Alquerías; eso es facilitar los viajes al poder hacer muchos kilómetros con un billete ordinario. Incluso hasta la entrada de la nueva concesionaria, viajar en una línea de pedanías primero y luego en una urbana no tenía penalización y el billete tenía el mismo precio; dos concesiones y una misma empresa pero al viajero no le repercutía en su bolsillo. Ahora, con el sistema empleado por el Ayuntamiento de Murcia para el bono combinado pone un precio al primer viaje, 0,70 y otro al segundo, 0,55, lo que hace 1,25 euros. Este sistema, no habitual en otras ciudades, penaliza realmente el transbordo, haciendo recaer sobre el usuario que se haya cambiado la concesión de los autobuses cuando debería caer sobre las administraciones. Así no se fomenta el transporte.


            Sr. Presidente, por todo lo dicho anteriormente, los vecinos de la Costera Sur podrían resumir la política de su gobierno en materia de transporte público de los últimos cinco años de la siguiente manera:

-         Demasiados autobuses viejos, incómodos, con averías, sin aire acondicionado o con goteras, y sin rampas para acceso de quienes lo necesitan.
-         Precios caros si los comparamos con los existentes hasta el 15 de agosto de 2012 y los del tranvía. Desaparición de los bonos específicos para trabajadores y estudiantes no universitarios (los ahora existentes no son, ni por asomo, como los anteriores).
-         Frecuencias y horarios inadecuados para las necesidades de movilidad que tiene el municipio, sobre todo en horas punta, en las que un buen servicio es vital.
-         Sectores de población que no tienen autobús (son lacerantes los casos que afectan a la Ermita del Rosario y a Aljucer)
-         Líneas con expediciones mínimas, como la 78 (antigua 27) que en la práctica la hacen inservible para las necesidades de movilidad y son una excusa para después eliminarla.

            Para terminar, consideramos que la solución a estos problemas de movilidad del municipio, de los que aquí hemos expuesto sólo algunos, deberían contemplar las siguientes actuaciones:

ü      Convocatoria de una mesa por el transporte público con participación, entre otros, de las administraciones regional y municipal, la empresa y las asociaciones que día a día intentan mejorarlo y que son criticas porque no les queda más remedio.
ü      Vuelta a los servicios anteriores al 1 de octubre de 2012.
ü      Vuelta a los billetes y bonos anteriores al 15 de agosto de 2012 (el tranvía aun los mantiene).
ü      Publicación del número de viajeros, expediciones, autobuses empleados y costo de las líneas de la MUR-093 “Murcia cercanías” de los últimos años (en especial desde la “optimización”).
ü      Resultado del expediente a LATBUS por la decisión de eliminar los bonos y billetes el dicho 15 de agosto. 


En Murcia a 5 de noviembre de 2013
span L � l = ��z �y count:1'>            Pero una vez entrado en vigor el acuerdo (el 18 de mayo de 2013), vistas las “modificaciones” efectuadas a partir del 18 de mayo, no se puede decir que hayan sido “ajustes”: se han introducido tres nuevas líneas, modificándose las restantes salvo la línea 80; se han modificado las frecuencias y los horarios sin que se haya dado ninguna explicación. El Ayuntamiento sólo ha hablado de mejoras en los recorridos para dar cumplida satisfacción a las demandas de los usuarios.

           
            ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no se esperó al menos un año para ver los resultados? ¿No era rentable ese horario diseñado para una ciudad como Murcia? ¿No se había hacho un estudio cuando salió el pliego de condiciones? ¿No había suficientes autobuses para el nuevo mapa de líneas? ¿Dónde estaban los autobuses traspasados de LATBUS? 

c) Tal y como recientemente se ha planteado el bono combinado con el tranvía, el transbordo estará penalizado, pues el segundo viaje habrá que pagarlo. Antes, cuando los autobuses de la ciudad y de pedanías eran la misma empresa no ocurría eso. Tal y como está concebido el bono combinado, si LATBUS entra en él, tendremos que pagar otra vez, con lo que serían tres billetes a pagar (por llegar a Murcia, por circular por ella y por cambiar de empresa): Actualmente (1,50 € billete normal, 1,25 € con bono) pagamos DOS BILLETES a la vez, uno por llegar a Murcia y el urbano por circular por ella (1,05).Con el nuevo sistema, si no lo cambian, pararíamos 0,55 € más por billete al subir a los coloraos o al tranvía.

Esos “problemas” no pueden recaer sobre el ciudadano, los tiene que resolver la administración. Si antes con un bono se podía ir de Beniaján a San Antón, haciendo trasbordo en La Glorieta, ahora, en cambio, habría que pagar para tomar la línea C1/C3.

CINCO.- SOBRE EL TRANVÍA

Desde el punto de vista de la eficiencia, el tranvía tendría que estar coordinado con las demás empresas del transporte, si se quiere aumentar el número de viajeros.

El problema es que en relación con el transporte universitario el Unibono Estudiante no está incluido en el actual bono combinado UTE-Tranvía, como tampoco lo está el Unibono General de los usuarios habituales. Ahora los estudiantes tienen dos opciones, el bono de LATBUS de 22 euros al mes y el del tranvía de 20,40 ¿Cuánto costaría el bono combinado de ambos teniendo en cuenta que UTE, concesionaria de la ciudad, no tiene ningún bono de ese  tipo?

Por otro lado, cabe preguntarse si se le había “sacado” el 100% de sus posibilidades al transporte en autobús antes de iniciar el proyecto del tranvía. La respuesta es que no:

a)     El autobús casi no tiene carriles reservados y los que tiene son de hace muchos años, lo que demuestra la falta de interés de la administración en habilitar  espacios urbanos que faciliten el tránsito de los autobuses. En cambio, la vía del tranvía es un carril exclusivo (“exclusivísimo”), mucho más caro de construir y afecta más que el carril de los autobuses al resto del tráfico.

b)     El autobús no tiene las paradas tan bien preparadas y accesibles como las del tranvía; estos paran en un sitio prefijado y con los bordillos a la altura de las puertas. Las del autobús, por dejadez, son un caos impresionante (por ejemplo,  en la Plaza Circular los autobuses de la línea 14 tienen que parar en tercera fila para que los viajeros puedan bajar y subir). Es muy frecuente que las paradas de autobuses esten ocupadas por coches, camiones de reparto o contenedores de basura puestos con el consentimiento municipal.

c)      El sistema de cancelación y obtención de los bonos/billetes en el tranvía permite que los viajeros no pierdan el tiempo, en cambio en el autobús a la pérdida de tiempo por la compra del billete o del bono en cada una de las paradas, hay que añadir la falta de seguridad mientras el conductor de devuelve el cambio con el autobús en marcha (“porque tiene que cumplir el horario establecido”). En otras ciudades, como, por ejemplo, en Zaragoza, los bonos de los autobuses se obtienen en estancos, papelerías y cajas de ahorros y supermercados.


CONSIDERANDO

            UNO.- Que es el ayuntamiento, como administración pública más cercana al ciudadano, quien debe atender una serie de servicios básicos que le son inherentes. Que a partir de 50.000 habitantes debe tener competencias en el transporte colectivo urbano de viajeros (Ley 7/1985, reguladora de las Bases del Régimen Local, articulo 26, apartado d).

            DOS.- La población de pedanías del Ayuntamiento de Murcia es del 60´63% (datos de 2012)  del total del municipio. En el periodo 2000-2012 dicha población ha aumentado un 5´61% respecto a la de la ciudad (datos del INE).

POR TODO LO ANTERIOR, SOLICITAN:

Tenga por admitidas con esta solicitud las demandas de los ciudadanos que así lo manifiestan con sus 4.237 firmas adjuntas a este documento, cuyos originales se entregaron el día 5 de Noviembre en el registro general a la atención del Excmo. Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia D. Ramón Luís Valcárcel Siso, reclamando la necesidad de la recuperación de un transporte público del que han sido privados y de un mejor precio y servicio público que mejores sus condiciones y planteamos los siguientes puntos:
1.- Que el Ayuntamiento de Murcia se interese por lo que pasa con las líneas urbanas de pedanías. Es decir, que, mientras no cambien las cosas y sea la CARM la responsable última de dichas líneas, la corporación municipal y los pedáneos sean los primeros en apoyar las continuas reivindicaciones de sus vecinos.
2.- Que el Ayuntamiento vuelva a subvencionar el transporte público en pedanías y vuelvan los bonos de antes del tarifazo del pasado 15 de agosto, tal y como los tiene el tranvía.
3.- Que, si el Ayuntamiento ha cambiado las líneas de autobuses de la ciudad antes de que se cumpliera un año de su existencia, entonces que también haga presión ante la CARM para que no se siga aplicando el Plan de Optimización (va para dos años). Y que esta presión no sea testimonial, que veamos que nuestros representantes en La Glorieta se impliquen como nosotros lo hacemos.
4.- Que solicite de la CARM la gestión de la concesión de pedanías (MUR-093) y la coordine razonablemente con la concesionaria de la ciudad, no obligando a trasbordos generalizados sin ton ni son.
5.- Que se vuelva a refundar el Consejo Local de la Calidad del Transporte Público dando cabida a LATBUS y a todas las plataformas y asociaciones de vecinos que trabajan y luchan por mejorar el servicio del transporte público; y que las decisiones de este organismo sean vinculantes para la Administración.
6.- Que no se haga por ahora la prevista línea 2 del tranvía y se dedique ese esfuerzo, tanto administrativo como económico, a mejorar la red de líneas de autobuses con todo lo que ello conlleva. Las mejoras las apercibirían todos los habitantes del municipio vivan donde vivan.  
7.- Que en el plazo más breve posible nos de comunicación de la decisión adoptada ante nuestra solicitud



En Murcia, a doce de noviembre de 2013. 

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